La Liberación Somato-Emocional es prácticamente una continuación del trabajo con la TCS.
El Dr. John Upledger trabajando con el biofísico Dr. Zvi Karni descubrieron que el cuerpo puede almacenar la fuerza física generada por cualquier agresión externa, sea cual sea su vía de entrada: vector de fuerza puramente físico o traumas emocionales. Ese almacenamiento lo llamaron «Quiste Energético» (QE).
Aunque un cuerpo razonablemente sano puede trabajar y adaptarse a un Quiste Energético, se requiere una energía extra para llevar a cabo las funciones corporales normales. Conforme pasan los años, el patrón adaptativo del cuerpo va perdiendo su efectividad: los síntomas y las disfunciones empiezan a aparecer, siendo cada vez más difíciles de ignorar o suprimir.
Para la TCS no existe un dolor/lesión puramente físico o puramente emocional. Siempre que interactuamos con el mundo, el individuo está en un determinado contexto, en una determinada situación emocional. La LSE es un pasito mas allá de la TCS puesto que trabaja con aquellos pacientes que tienen como base de su ‘dolor’ (físico o emocional) un componente mucho más emocional que físico, es decir: para una misma lesión, el contexto en el cual haya ocurrido dicha lesion puede ser muy distinto: una puede ser en un juego y otra en una pelea. Los motivos por los cuales una lesión por lo tanto no termina de mejorarse puede ser de origen físico o somático.